sábado, 9 de agosto de 2014

Aliento

Sentirme en la cima del mundo es fácil si tengo tus clavículas como perfectos salvavidas de este corazón que palpita, se nutre y respira por ti. 
Es fácil sonreír si tengo unos labios que me besan y me juran una eternidad cada mañana. Y tus manos, que siempre están ahí, preparadas para socorrerme y guiarme por la vida. Y tus ojos, los mismos en los que me pierdo si me veo reflejada en ellos con el pelo alborotado y mis mejillas adornadas por los colores que se forman con el roce de tu piel, y siento un vaivén de costillas excitadas, y me pierdo entre lagrimas de sudor viajando por dos cuerpos a los que no los separa ni su propio aliento. 

Y lo volvemos a hacer, eso de querernos como locos, mordernos como locos, besarnos como locos. Y ojalá nunca nos faltemos. Ojalá siga sin separarnos algo tan poderoso como nuestro propio aliento en plena guerra.

sábado, 2 de agosto de 2014

Tesoros

El dulce aroma de tu cuerpo bajo el mío.
De un gemido atronador,
de la revancha que vives en cada suspiro.
Ese momento en el que me dices 'te quiero'

y lo expresas de la forma más gratificante que existe en la tierra.
Dos cuerpos que se unen para inyectarse amor en vena. 

Y se regalan sentimientos, 
y por un instante viven con un solo corazón. 

Y otro día más apareces tu de nuevo,

y me regalas otro instante de vida mientras me miras a los ojos como quien mira al diamante más valioso de la tierra.
Déjame que te diga que de los dos no eres tú el afortunado,

que la mejor parte me la lleve yo,
que eres el mejor de los tesoros.

Y por eso te pido que vuelvas siempre,

que vuelvas a mi cuerpo.
Cada hora, 
minuto,
y segundo de mi vida.
Que no te escapes nunca de mi cabeza.
Que vuelvas siempre a mi manos y a mi corazón.
A tu hogar.
Que nunca te voy a hacer daño, 
nunca te voy a fallar.

viernes, 1 de agosto de 2014

Olor

Quiero que tu cama huela a mi,
siempre a mi. 
Y a ti,
a nosotros. 
Que huela a gemido y suspiro,
a erupción. 

Que huela al exquisito perfume que forman nuestros cuerpos entrelazados. 
Que huela a noche de verano, 
espuma de mar, 
tormenta ya acabada. 

Que huela a mil batallas sobre un mismo colchón, 
a tregua cada mañana. 
A ropa por el suelo, 
a corazón desbocado. 

Que huela siempre así. 
A sexo.
A risa. 
Locura y promesa. 
Amor y vida. 


Que sea siempre así.