jueves, 28 de febrero de 2013

Tenlo siempre presente


Extraño y raro, es algo inexplicable, es un sentimiento indescifrable. No es tristeza, no hay motivos. Tampoco es dolor, eso tiene aún menos sentido que la tristeza. Podría decirse que es dependencia, de ti, de tus ojos mirándome, derritiéndose de amor. Dependencia de tus bromas, de ir por la calle agarrada a ti, como si me convirtiera en un ser desequilibrado sin tu compañía. Desequilibrio en todos los sentidos, físico y psíquico, es difícil de explicar. Mis paranoias, mis complejos, mis miedos, en definitiva: yo, me vuelvo diferente si no estás. Necesito de tus besos, tus abrazos, tus manos recorriendo cada hueco y recoveco de mi cuerpo. Necesito atardeceres acurrucada en ti, cafés ardiendo, cumplir nuestros calendario compartido, escuchar Pereza y amanecer charlando con cara de locos. Compartir almohada y ganas de deshacer la cama. Puede que lo que sienta sea impaciencia por vivir a tu lado, por vivir nuestro sueño. Y es que aún hay algo que nunca te he dicho, y siento que este es el momento idóneo para hacer: Eres mi vida. 
No hay más, después de ti no hay vida, hay supervivencia, pero no vida. Imagino que sería algo parecido a un ser vegetal que vive del oxígeno que le proporcionan otros seres, pero no vive, no siente, ni oye ni escucha. Un muerto en vida. 
Y una vez más me declaro y te digo que estoy enamorada, que no hay vida sin ti, que te necesito, que soy dependiente de ti. Tenlo siempre presente. 


miércoles, 13 de febrero de 2013



Te lo puedo decir más alto pero no más claro: que te quiero, que te amo, que para mi eres increíble, que me da igual que no seas el más detallista ni el que más regalos hace a su novia, a mi con saber que eres mio y que me quieres me basta.
Yo me quedo con eso, con las pequeñas cosas, que realmente son enormes e importan más.
Me quedo con nuestras tardes en tu cama, con tus quejas por lo poco cariñosa que soy. Con los caminos en metro escuchando música, cantandotela, y quejándome como una niña pequeña porque no me prestas atención. También me quedo con nuestras tardes de paseos por Madrid, con cada plan que nos guardamos para nuestro futuro, con cada sueño que queremos realizar juntos.
Me quedo con nuestras ganas de querernos eternamente. Yo me quedo contigo. 


domingo, 10 de febrero de 2013



Si tú quieres, si tú me dejas, me quedo contigo. Me quedo con nuestras risas, nuestras bromas. Con cada uno de nuestros piques y enfados. Me quedo con nuestras reconciliaciones. Si me dejas me quedo para siempre pegadita a ti, compartiendo mi vida contigo, los buenos y malos momentos. Si tú quieres te sigo contando lo feliz que me haces, lo feliz que quiero seguir haciéndote, (también con mis cosas de niña caprichosa). Si tú quieres, si tú me dejas, seguiré enamorándome de ti cada día al despertar.

sábado, 9 de febrero de 2013



Se acerca San Valentín, el 14 de Febrero, y estamos acostumbrados a oír y a decir que es una fecha horrible, que la odiamos, que es una chorrada que se inventó el Corte Inglés para ganar dinero. Y es cierto.
Pero dime que no sería bonito recibir en ese día una sorpresa, recibir un regalo de alguien que te quiere. Es el día del amor y de los enamorados. Y por muy duros que nos hagamos todos, si en ese día recibimos una sorpresa nos moriremos un poquito más de amor que de costumbre.



Que me encanta cuando me picas, cuando me enfadas o finges que me enfadas para quitarme luego el susto a besos. Que adoro nuestras peleas diarias dignas de obras de teatro. No podría vivir sin sabes que le importo a alguien, sin saber que una sola persona se levanta cada mañana pensando en mi, y deseando verme. Ese alguien eres tú.
Que adoro cuando pasamos tardes enteras en tu casa, como si fuese nuestra. Cuando tu habitación se convierte en nuestro reino y tu cama en mi lugar favorito del universo.
Que adoro cuando me abrazas, cuando me besas en la nariz, frente, en el pelo, cuando me das la mano, y cuando te preocupas tanto por mi que me obligas a meter la mano en el bolsillo de tu abrigo para que no se me congele.
Que por muy simple que suene, me encanta quererte, y tenerte. Y adoro la sensación que me produce el saber que eres sólo mío y yo soy tuya.

viernes, 8 de febrero de 2013


En muchas ocasiones, sin ningún motivo, surgen dudas, surgen miedos. Y eso yo no lo puedo evitar, siempre te los acabo contando, por muy tontos que sean , por muy ilógicos. Y me gusta que me ayudes a perderlos, a olvidar las dudas. Pero no siempre son dudas y miedos sobre posibles apariciones innecesarias de terceras personas. A veces van más allá, y no tienen que ver con eso.
En ocasiones, sin muchos motivos, (por no decir ninguno) me da por pensar en si serías de capaz de cambiar por mi, en si de verdad de importo tanto como para dejar de hacer las cosas que odio de ti. Y claro que te quiero con tus cosas buenas y malas, pero si algo no me gusta de ti, tú sabes que yo te lo digo. O me da por pensar en el tiempo que durarás aguantándome, si lo que nos quedan son días, meses, o años...
Son dudas sin un razonamiento claro. Son un montón más de dudas que añadir a mi lista de dudas.
Pero, ¿Sabes cuándo pierdo todos los miedos y mis dudas? Cuando me abrazas y me acercas mi cuerpo a ti, y me besas, pero no con un beso normal, con uno que parece que fabricas únicamente para ese momento, como queriendo volver a enamorarme aún más de nuevo. Un beso que pide que no me vaya nunca, que no me separe ni de tus labios ni de ti.
Y te puedo asegurar que lo consigues, consigues volverme a enamorar un día más, consigues que por un momento mi mente se centro sólo en ti, en mi, y en nuestros labios. Y me encanta.


sábado, 2 de febrero de 2013


Vuelve, que te están confundiendo con las flores que adornan los defectos de mi casa,
 donde aún hablo de ti. 
Vuelve, y vuélvete a reír mientras bailamos, 
y riégame el jardín que ya no llueve. 

Mañana hay una fiesta y me ha invitado el ron a hacerme daño,
a hablarle a otras mujeres del cielo de tus labios
Ahora que vivo solo me crecen tus enanos, 
me dan miedo las noches, 
te quiero pero es raro. 
Te conozco de siempre, llegaste hace un rato. 

Nieve, te cambio por tu ausencia en los lavabos. 
Me cuido menos, debería dejarlo.. pero es que me dejaste. 

Puedes quedarte con la playa y los abrazos. 
Te lo llevaste todo, 
yo hago barcos y miro a la ventana. 

Puede ser que vuelvas otra vez y hagamos Navidad 
y te roce la piel una estrella fugaz. 
Ayer te pude ver. Creo que eres más feliz. 
Me dio por recordar tu manera de arder. 
Y una puesta de sol en Galicia, 
el flamenco y tu ropa en el coche, 
tu cadera sudando sin prisa, 
otra estrella fugada en la noche. 


Cuidate, nos debemos la vida. 
Vuelve pronto, y se fue con las flores. 

Vuelve, que te estoy confundiendo entre la noche..