Querer huir, aunque sólo sea por una horas. Encontrar paz estando entre tus brazos. Olvidarme de todos los problemas junto a ti. Porque tienes ese jodido don de darme serenidad. Y quedarme dormida mientras tu me susurras cosas al oído. Y despertarme con un escalofrío mientras tu me acaricias. Y poder abrazarte y saber que nunca desaparecerás, que nada nos separará, que será para siempre.
Pero no encontrar el valor de hacerlo por miedo a las consecuencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario