Lo que realmente importa es que con una sola mirada tuya me puedas hacer enmudecer.
Que con una caricia consigas que me tiemblen las piernas
y con un beso se me ponga la piel de gallina.
Y quizá no te lo diga todos los días pero te quiero.
Más de lo que jamás había pensado.
Más de lo que jamás he querido a nadie.
Y no me arrepiento.
Estoy orgullosa de saber que eres tú la persona por la que cada noche me desvelo
y sonrío al despertar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario