Un e-mail, SMS, un toque, una llamada al móvil, a casa... Existen mil maneras de buscarme, y si de verdad me quisieras harías todo lo posible por encontrarme, por preocuparte y preguntarme qué fue lo que nos pasó. Quién se cansó primero. Si el error fue tuyo, mio, o de los dos. Recapacita, hay muchas formas de acabar con esto, pero sólo una es la correcta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario