lunes, 29 de octubre de 2012

Eres lo más bonito que he vivido jamás, nunca me había sentido tan importante, ni tan querida, ni había sentido tanta felicidad sólo por estar junto a una persona.
Contigo he aprendido que la felicidad sólo es cuestión de segundos, lo que tarda esa persona en decirte que te quiere y te necesita, y sabiendo que lo dice de verdad. 
Me has enseñado que no todo debe ser como yo quiero, que tengo que aprender a comprender a los demás, a saber que lo que no me gusta que me hagan a mi no se lo debo a hacer a los demás.
Si te digo la verdad te admiro. Admiro tu paciencia, sé que a veces no soy fácil, y que en algunos momentos me comporto como una niña caprichosa. Saco de quicio a quienes me quieren, me cuesta pedir ayuda, y soy muy muy cabezona, pero tú has sabido comprenderme siempre, o por lo menos estoy segura de que lo has intentado, me has dado la razón hasta cuando no la tenía, has hecho cualquier cosa por verme sonreír.
Puede que hacerme sonreír sea fácil, lo que es difícil es hacerme feliz, y tú eres la única persona que realmente me ha hecho feliz por sus propios méritos, conociéndome, ayudándome, acompañándome cada día, viviendo conmigo la vida. Y aunque de momento seamos jóvenes, yo me conformo con que sigas teniendo ganas de hacerme feliz, hasta cuando las cosas vayan en contra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario