lunes, 12 de agosto de 2013

Hace mucho que no escribo, y tus manos se merecen un guiño por aquí. Cómo describir aquello que te conduce al camino de la locura cuando se le antoja pero nunca te suelta del todo, no sea que te pierda. Vía directa al corazón, a saber que existe algo que con sólo rozarte ya te saca sonrisas. ¿Se puede ser adicta a unas manos? No lo sé, pero puedo decirte que a una caricia sí se puede una persona enganchar. He comprobado que después de 30 minutos exactos estando a tu lado, si no me rozas el cuerpo con tus manos, es como si algo me faltara. Y ya no hablamos de cuando pasa una hora y ni si quiera te tengo a mi lado, ni me recuerdes los días enteros en los que no he podido tenerlas sobre mí. Cada persona tiene una historia, eso es normal, y todas las personas tienen vicios... entonces es ahora cuando te digo que mi vicio eres tú, y vivo enganchada a tus manos, para que jamás me suelten, que nunca permitan que esta loca se separe de su locura. Y que cada noche pueda volver a imaginar que tus manos me acompañan y me tocan una nana al compás de unos suspiros. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario