martes, 2 de abril de 2013

La suerte de mi vida



Es quererle, comprenderle, querer pasar la vida sólo para él. Compartir domingos, mantas y palomitas. Es mi deseo de hacerle el amor hasta el fin de mis días. Y discutir juntos, para luego disfrutar la reconciliación. Es reír, suspirar, hacer ruidos extraños y que se quede mirándome con esa cara desencajada que tanto me encanta. Es tener los ojos brillantes de felicidad, escribir cada palabra pensando en su nombre, en lo que me hace sentir, en lo que me hace vivir, y lo que me espera  vivir junto a él. Mis caprichos, sus consentimientos. Mis borderías, su paciencia. Es querer vivir cada segundo como si fuera el primero, nunca el último, y que me vuelva a enamorar, dejarme enamorar. Es mi miedo a ser remplazada y sus ojos y palabras jurándome que eso nunca pasará, que soy lo mejor de su vida, la mujer de su vida, el amor de su vida. Es mi sonrisa inquieta cuando discutimos, y mis ganas de llorar cuando la tormenta ya ha pasado. Es mi labios rojos y mi pelo despeinado después de vivir mil y una guerras encima o debajo de él. Es arañazos y mordiscos. Es mi inseguridad y sus besos en la frente, sus abrazos cuando hace frío, y sus ganas de tenerme siempre a su lado constantemente. Es él, mi chico, lo mejor de mi vida, el hombre de mi vida, el amor de mi vida, pero por encima de eso, de todo lo bueno que pueda decir, él es la suerte de mi vida. 

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