Nunca me has regalado flores, ni me has sorprendido con una cena romántica a la luz de las velas.
Eres olvidadizo, realista y demasiado responsable; pero has conseguido que mi descripción de hombre perfecto se acomode exactamente a ti. Te has convertido en el amor de mi vida. Eres la persona a la que quiero y voy a amar el resto de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario